sábado, 16 de julio de 2011

Se afianza la posibilidad de votar con boletas pegadas el 14

Sólo un fallo de la Cámara Nacional Electoral en las próximas horas revertiría lo que parece una decisión tomada. El argumento de los que se oponen es la diferente naturaleza de las elecciones
 
Carlos Matteoda / De la Redacción de UNO
cmatteoda@unoentrerios.com.ar
Sólo un fallo de la Cámara Nacional Electoral en las próximas podría revertir las crecientes posibilidades de que el 14 de agosto -cuando se realicen simultáneamente las elecciones primarias nacionales y las internas provinciales- los partidos puedan poner en el cuarto oscuro las boletas pegadas de ambas elecciones.
Luego de que el Tribunal Electoral se declarara incompetente para resolver sobre el pedido del Partido Justicialista en ese sentido, también lo hizo el juez federal con competencia electoral Gustavo Zonis, quien resolvió la situación otorgando un plazo de 48 horas a las fuerzas políticas para que resuelvan si habilitarán el pegado de boletas o no en el marco de la simultaneidad entre las elecciones primarias nacionales e internas provinciales y municipales.
Obviamente el justicialismo, que hizo el pedido, estará a favor del pegado; y el radicalismo, que inicialmente reclamó que se votara incluso en escuelas separadas, cambió diametralmente de opinión y apoya la medida.
En ese contexto, sólo el pronunciamiento de la Cámara Nacional Electoral, a instancias de un planteo realizado por el Frente Entrerriano Federal (FEF) podría revertir lo que parece una decisión tomada.
Pero eso se produciría si la definición en contrario surge en las próximas horas, a más tardar en el acuerdo del martes de ese cuerpo, ya que de lo contrario la cuestión podría volverse abstracta debido a que los plazos del cronograma electoral siguieron corriendo.

A favor y en contraEl oficialismo provincial hizo el planteo argumentando casi una obviedad, la idéntica pertenencia partidaria con la candidata presidencial Cristina Fernández.
El bustismo, por su parte, argumentó en contra, haciendo hincapié en la naturaleza diferente de ambos comicios. Mientras el nacional es obligatorio para los ciudadanos, y también para los partidos, aún teniendo lista única, como ocurre con todos los candidatos a presidente; la elección provincial es voluntaria, es decir que los ciudadanos no están obligados a votar; y los partidos tampoco, si tienen lista única.
El bustismo advirtió que el oficialismo busca un “golpe de efecto”, presentándose el 15 de agosto como favorecido por todos los votos que tenga Cristina Fernández, ya que al estar su boleta pegada con la provincial lograría la mayoría de esos votos. Algo así como un adelanto del efecto arrastre que podría favorecerlo en la elección general del 23 de octubre.
Lo cierto es que esa situación parece muy probable también en agosto, pero no es absolutamente segura. Y, en todo caso, si ello ocurriera no significa claramente una venta electoral, sino que más se parece a un efecto publicitario.
Entienden en el Frente Entrerriano Federal que Sergio Urribarri derrotará fácilmente al funcionario provincial Gerardo González, y que la postulación de este es funcional al objetivo de mostrarse el 15 de agosto con la elección ya ganada.
Lo cierto es que ese argumento político carece de peso judicial. Es más, puede considerarse como válido si se piensa que está permitido lo que la ley no prohíbe. Pero por ahí pasa la cosa: qué es lo permitido en el marco de la interpretación de la ley nacional y su articulación con la normativa provincial (la ley Castrillón).
Partiendo de la base de que la simultaneidad de las elecciones provincial, que se fijó por decreto, es indiscutible ya que es parte de las facultades del Ejecutivo, en el sector Busti interpretan que la elección debe ser similar a aquella legislativa de 2005, cuando además se realizó la consulta por la reforma de la Constitución provincial. Es decir; que se debería votar con sobres distintos y en urnas separadas.
Argumentan legalmente que, de lo contrario, al permitir que se peguen las boletas de elecciones diferentes (una obligatoria y otra opcional) se obliga a que quien no quiera participar de la voluntaria deba cortar las boletas, separando la parte provincial. Esto implica que para no participar hay que hacer algo , lo que -dicen- la Corte Suprema de Justicia ha considerado inadecuado.

La labor de ZonisEn las últimas horas se escucharon críticas y elogios al juez Zonis por su accionar. Las críticas tienen que ver con el hecho de no haber tomado una decisión respecto del pedido para pegar boletas, sino de haberlo subordinado a la postura de los apoderados de los partidos.
Desde el bustismo se lo reprochan especialmente, ya que el juez inicialmente no hizo lugar a un planteo del FEF para que se vote con sobres y urnas separadas, por considerar que no eran parte de la discusión, ya que el sector no tiene internas ni postula candidatos para cargos nacionales.
Sin embargo -objetan- al habilitar luego que los apoderados partidarios decidan qué hacer, dejó abierta la posibilidad de que el radicalismo pidiera votar con urnas separadas, lo que hubiera significado tener que habilitar dos urnas: una para la elección primaria de todos los partidos y la interna del PJ, y otra para la interna de la UCR.
Afortunadamente para Zonis esto no ocurrió, si no, quien iba a votar debería haber expresado que deseaba participar en la interna radical, para que la autoridad de mesa le diera el sobre correspondiente, afectando en parte el carácter secreto del voto.

Más en la CámaraNo es esta la única situación que se mantiene sin definición a menos de un mes de las elecciones.
Otros sectores partidarios, por ejemplo los dirigentes enrolados en la provincia con Alberto Rodríguez Saá, han planteado también cuestionamientos ante la Cámara que integran los magistrados Rodolfo Munné, Santiago Corcuero y Alberto Dalla Vía.

Sobre el voto obligatorio en agosto Hace pocos días la jueza Federal María Servini de Cubría dijo que quien no concurriera a votar en las elecciones primarias de agosto, no podría sufragar el 23 de octubre.
Esa afirmación -relativizada incluso por otros magistrados- genera también dudas en la provincia.
La pregunta es: ¿Qué pasaría con un entrerriano que no vote en agosto, cuando intente votar en octubre?
Si Servini está en lo correcto, ¿se le impedirá votar en la elección nacional, y también en la provincial, ya que son simultáneas? ¿O de qué manera se le permitirá participar en la provincial o en la nacional no, si nadie puede ingresar con él al cuarto oscuro?

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